Este es un de esos juegos que llega a tus manos de casualidad, un día en la fnac, te encuentras con un amigo, te lo aconseja, cuesta menos de 20€ y te haces con él. Algo ya había leído sobre él, pero no en demasiada profundidad.
Una vez con él ya es mis manos, buscando información lo cierto es que la cosa apuntaba mucho mejor de lo que me esperaba, un diez en meristation y en varios foros/blogs hablaban maravillas del juego.
Pero a todo esto, de qué trata el juego. Todo empieza con un guerrero montado a caballo que lleva el cuerpo muerto de la que suponemos que es su amada. Se adentra en una tierra prohibida y en un templo pide a Dormin que devuelva a la vida a la chica. Este ser, del cual sólo escuchamos la voz, nos pide a cambio de recuperar el alma de la muchacha, que acabemos con los 16 colosos que habitan en esa tierra maldita.
Y está será nuestra única misión, guiados por nuestra espada, deberemos encontrar los 16 colosos, en el orden establecido. No habrá más enemigos que derrotar para llegar a ellos, ni complicados puzzles, sólo una basta tierra que recorrer en busca de estos impresionantes seres.
Como podéis ver, tiene difícil clasificación, es lo que podríamos llamar un “juego de autor”, una apuesta personal de Fumito Ueda (autor también de Ico). Juego que han elevado a los altares muchos usuarios de PS2, supongo que más por la necesidad de encontrar un juego de así en su consola, demostrar que Sony también sabe hacer buenos juegos y que su consola es algo más de FIFA’s y Need for Speed Underground (de cara a los casual), porque pese a ser un grandísimo juego, tiene ciertos detalles que, desde mi punto de vista, le impiden tener un 10 (creo que un 9 sería una nota más justa).
Sin duda lo que menos me ha gustado del juego es el control y la cámara. Cuando empiezas, el control y las animaciones son un tanto raros, más cuando has acabado de jugar al Twilight Princess, Wender (el protagonista) llega a parecer una marioneta y uno de los controles básicos del juego, que es trepar y agarrarte, con los botones R1 y triangulo, son un tanto incomodos. Pero todo cambia cuando te enfrentas a los primeros colosos, las animaciones, un poco de marioneta como comentaba antes, que quedaban raras en acciones normales, ahora son impresionantes, es un lujo ver como el coloso da un pisotón cerca de ti y Wender cae al suelo dando una voltereta empujado por la fuerza que debe de ejercer el pie de un bicho de semejante tonelaje. El control y la cámara, aun siendo raros, da una dificultad extra que se agradece, ya que subir por un coloso no debe de ser tarea fácil y que el control y la cámara no ayuden del todo hace que te metas más en la piel del personaje.
Por desgracia esta sensación pasa al poco que te acostumbras y luego te das cuenta que en alguna ocasión más comprometida si se agradecería algo más de precisión en el control.
Algún que otro fallo también he encontrado en el apartado gráfico, aunque el mundo a explorar es inmenso y con bastantes detalles, con desierto, lagos, bosques, construcciones medio destruidas… y el diseño artísticos es digno de alabar, se llega a notar en ocasiones algún descenso de frames (nada que moleste la verdad), pero sobretodo, la aparición repentina de ciertos elementos del escenario, “a pocos metros” del protagonista, empañan un poco este apartado.
Mención especial se tienen que llevar el diseño de los colosos, así como sus animaciones y la banda sonora, de una calidad increíble y que acompaña la acción de forma sublime.
En general es un juego que me ha gustado mucho, un soplo de aire fresco que se agradece en un sector cada vez más estancado y falto de ideas, una lástima que le falten 4 detalles para ser un juego de 10.
